jueves, 6 de octubre de 2011

Escapismo postmoderno

   
   Recuerdo que cuando estaba en el instituto y nos explicaban el concepto del "escapismo literario" y el "locus amoenus", siempre me costaba entenderlo de forma total. Comprendía lo que era y lo reconocía rápidamente pero no acababa de interiorizarlo. Ahora entiendo por qué: nunca lo había experimentado. Hasta ahora, no había sentido la necesidad de escapar de la realidad, de montarme paraísos en mi mente para relajarme y dejar de pensar que todo es una mierda.
   Pues bien, me está ocurriendo, siento la necesidad de cortar la corriente de pensamientos negativos que últimamente puebla mi cabeza. 
   Me apetece que me atonte Sálvame, que me cuenten la boda de la Duquesa de Alba y las peleas de la Esteban para experimentar una suerte de lobotomización figurada que calme mi mal rollo permanente. Dibujo imágenes en mi mente sobre mi vida  en el campo o en la playa con mi perro y mi amor para ver si segrego endorfinas que hagan renacer mi borrada sonrisa. De momento, no funciona demasiado.

sábado, 1 de octubre de 2011

El camping no es para mí


       Si hace 5 años me dicen que en septiembre del 2011 iba a pasar una noche dentro de un instituto, no habría podido imaginar por qué. Se me habrían ocurrido cosas como: a lo mejor voy a dar una extraescolar, me quedo encerrada en el baño y me dejan allí toda la noche o bien, a lo mejor estoy limpiando institutos, me quedo encerrada en el baño y me dejan allí toda la noche. No habría jamás imaginado las circunstancias que me han llevado a ello: mi pareja es profe de secundaria + Espe y Luci nos están dando por todos los lados = nos encerramos en los centros como protesta en las ya conocidas como "noches verdes"
      Así  es como acabé  metida en este embolao. Ayer tenía demasiado sueño para escribir así que he dejado el post para hoy, después de una reparadora noche durmiendo a más de 10 cm del suelo. 
  Realmente una se pregunta hasta qué punto cosas así servirán para  algo y si podremos parar los planes que los gaviotos nos tienen preparados para los servicios públicos pero la experiencia en sí, ya merece la pena. 
no están todos los que son ni son todos los que están pero casi

     11 profes del centro + 1 antiguo alumno+ 1 profe de otro centro (i.e: yo). Banquete espectacular en el patio gracias a la agradable temperatura de la que seguimos disfrutando este mes en Madrid y a la generosidad de tod@s. De hecho pudimos ser nosotr@s los desalojados por incumplir algunas de las normas que convierten hoy en día los institutos en centros para menores (salvando las distancias, claro) pero permitidme que no precise las normas que nos pasamos por el forro ante el temor a represalias.
     Tras la cena, más risas, un ratito de twiteo y feisbukeo para dar ánimo a los compañer@s de otros centros, estampación de camisetas a cargo de mi artista, juegos de mesa para las mentes más despiertas (definitivamente, no para la mía) y una visita al chino de turno para unas últimas compras. Hacia la 1´30 se retiran los primeros a sus aposentos (lease departamentos) . Pasadas las 2, el dormitorio de las chicas (lease salón de actos) está completo pero acepta por consenso la colchoneta del antiguo alumno (menos mal porque el rollo chicos aquí-chicas allí no me moló nada).   
¡¡¡¡¡¡¡qué manos!!!!!!!!!!


      

 
Así suena un instituto de madrugada

     En un saco prestado , con una toalla como almohada y una colchoneta de gimnasio como colchón intento dormir algo. Se puede decir que lo consigo pero no durante más de una hora seguida. Antes de lo deseado, suena un despertador, son las 7 y toca levantarse y recoger porque a las 8´30 todos (menos yo) tienen clase. Aseo rápido, café todavía más rápido y los chic@s empiezan a invadir las aulas ávidos de conocimiento (jajajaja, me parto). Los encerrados vuelven a encerrarse, esta vez en sus clases para hacer aquello que saben hacer, lo que les gusta y lo que les da de comer. ¡¡¡¡¡¡¡Olé por tod@s ellos!!!!!! Sois un@s valientes. Seguimos en la brecha, compañer@s