domingo, 27 de noviembre de 2011

Dreams


Te has girado levemente y siguiendo con tu  sueño has cogido mi mano entre las tuyas y me la has apretado contra tu pecho. Poco después, has vuelto a tocar el piano sobre mi piel. No sé bien por qué pero he pasado un rato largo en duermevela pensando que tenía que poner esto en el blog. Llámame rara, lo soy.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Lo que no me pase a mí




   ¿Por qué siempre tengo que encontrarme con los seres más raros de la tierra?
    Me dirigía yo tranquilamente al trabajo cuando un nosémuybiencomollamarlo ha decidido amargarme el desayuno (bueno esto es algo exagerado porque mi pincho de tortilla me ha sabido a gloria anyway). 
    El caso, al incorporarme a la carretera que me conduce a mi super centro de trabajo me he colocado detrás de un C3 azul turquesa con una L en la luna trasera. El pavo iba a 70km por hora y la carretera tiene límite a 90. Total, que lista yo, me he pasado a la izquierda para adelantarle porque me esperaba el pincho y  no era plan de perder el tiempo detrás de una L. 
     Ha sido entonces, al ponerme a su altura, cuando me doy cuenta de que empieza a acelerar. Odio que me hagan eso pero siempre les dejo y  vuelvo al carril de la derecha porque me parece una gilipollez soberana ponerme a hacer carreritas. Pero claro, antes de hacer eso, he mirado a mi derecha pensando "a ver quién es el chulo de mierda que acelera cuando intento pasarle"
     Y aquí viene lo bueno, en la rápida mirada que he dirigido hacia el C3, me encuentro a un tío mirándome, con medio cuerpo levantado del asiento y haciendo el gesto de estar machacándosela cual mono del zoo. Ya os digo que ha sido fugaz y creo (o quiero creer) que sólo ha sido el gesto pero ha sido una visión asquerosa.
     Y claro, luego me he quedado pensando: qué clase de persona era ésta, ¿un salido? ¿un machista cabrón? ¿un loco? ¿todo a la vez? Que triste, de verdad

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Making Room for Life





La habitación de la que me he apropiado empieza a ser una metáfora preocupante de mi conciencia: papeles por ordenar, ropa que guardar, tareas que terminar, destinos a los que llegar, paredes por decorar.

¿Por dónde empiezo a poner orden?

domingo, 6 de noviembre de 2011

El momento más delicado en la vida de una camiseta

   

  Si hay un momento delicado en la vida de una camiseta no es su primer uso ni su primera colada, ni siquiera su primer planchado. No, el momento más delicado de una camiseta es sin duda el difícil paso de la transformación de la materia, lo que Coco explicaría como "esto es una camiseta" y tras cortar a la infeliz prenda en trozos , continuaría "esto es un trapo" (lease con voz de Coco).
     A veces llevamos camisetas durante años, nos gustan tanto que no imorta que tengan alguna pelotilla que otra o que su color haya palidecido cual un sol cansado al atardecer. Las lavamos una y otra vez hasta que se dan de sí  o encogen demasiado. Otras veces llega el temido agujerillo que puede convertirse en socavón si unas manos diestras no lo remiendan alargando inutilmente el ya anunciado fin de la vida camisetil. Hay también ocasiones en que la camiseta en cuestión queda tan pasada de moda que sólo nuestro amor irracional hacia ella nos hace seguir luciéndola orgullos@s.
    Cuando por fin admitimos la realidad y entendemos que todo tiene un principio y un final, llega la hora de meter la tijera. De algún modo es una forma de que la camiseta de nuestros amores siga entre nosotr@s de por vida porque tod@s sabemos que un trapo siempre nos sobrevivirá, pase el tiempo que pase.
    Es ahí cuando toca decidir que parte nos quedamos. ¿Guardamos  la de delante ?  ¿la de atrás? ¿serán las mangas las afortunadas que resistan en nuestro armario de limpieza? La opción suele depender del uso que vayamos a dar al trapo así como del logo o dibujo de la camiseta en sí. 
     Ahora mismo tengo un par de ejemplares en el armario que aguardan mi decisión final sobre su futuro. ¿No es una costumbre genial heredada de nuestras madres? A mí me lo parece