domingo, 6 de noviembre de 2011

El momento más delicado en la vida de una camiseta

   

  Si hay un momento delicado en la vida de una camiseta no es su primer uso ni su primera colada, ni siquiera su primer planchado. No, el momento más delicado de una camiseta es sin duda el difícil paso de la transformación de la materia, lo que Coco explicaría como "esto es una camiseta" y tras cortar a la infeliz prenda en trozos , continuaría "esto es un trapo" (lease con voz de Coco).
     A veces llevamos camisetas durante años, nos gustan tanto que no imorta que tengan alguna pelotilla que otra o que su color haya palidecido cual un sol cansado al atardecer. Las lavamos una y otra vez hasta que se dan de sí  o encogen demasiado. Otras veces llega el temido agujerillo que puede convertirse en socavón si unas manos diestras no lo remiendan alargando inutilmente el ya anunciado fin de la vida camisetil. Hay también ocasiones en que la camiseta en cuestión queda tan pasada de moda que sólo nuestro amor irracional hacia ella nos hace seguir luciéndola orgullos@s.
    Cuando por fin admitimos la realidad y entendemos que todo tiene un principio y un final, llega la hora de meter la tijera. De algún modo es una forma de que la camiseta de nuestros amores siga entre nosotr@s de por vida porque tod@s sabemos que un trapo siempre nos sobrevivirá, pase el tiempo que pase.
    Es ahí cuando toca decidir que parte nos quedamos. ¿Guardamos  la de delante ?  ¿la de atrás? ¿serán las mangas las afortunadas que resistan en nuestro armario de limpieza? La opción suele depender del uso que vayamos a dar al trapo así como del logo o dibujo de la camiseta en sí. 
     Ahora mismo tengo un par de ejemplares en el armario que aguardan mi decisión final sobre su futuro. ¿No es una costumbre genial heredada de nuestras madres? A mí me lo parece

8 comentarios:

  1. soy incapaz de hacer trapos con una camiseta de las que me han acompañado durante años. Cuando considero que ha llegado el momento de despedirme de ellas hago mi duelo y todo y prefiero no volver a verlas. Algo que me ha proporcionado tanto placer...de repente sólo sirve para quitar polvo? Eso es degradar a mi fiel compañera. No....mejor decirle adios y no volver a verla!

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  2. jaja, pues a mí me gusta, puede ser para el polvo, los cristales...en fin con tal de que siga conmigo...

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  3. A mi madre le encanta "hacer trapos". Le da uso a todo.

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  4. Siempre odiaba abrir el armario de la cocina y encontrarme con mi camiseta de turno convertida en trapo con nocturnidad y alevosía. A veces las madres tienen un punto sádico...

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  5. Eso lo hacemos tod@s. Y es cierto este amor que sentimos por ciertas prendas. Yo tengo unos pantalones desde mas tiempo del que recuerdo, pero es que son tan cómodos estos vaqueros que tienen más remiendos que las leyes españolas y aún así me los vuelvo a poner una y otra vez. Un beso

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  6. ay! que las preferimos a nuestro lado aunque sea en usos de categoría menor... ¿les gustará a ellas (a las camisetas) esa especie de "reencarnación"?
    :)

    saluditos

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  7. Llegará un día que podamos hacer jirones con las camisetas verdes??? :p

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  8. yo a mi verde no la corto ni en broma, como mucho la enmarco jeje

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