Es cierto que cada persona tiene una manera particular de andar, un ritmo, y un estilo propio. Hay gente que anda rápido allá donde va y gente que va siempre despacito.
Hay gente que prefiere el camino más corto y otr@s que disfrutan de los rodeos con todos sus sentidos. Los hay que se detienen cada pocos pasos y miran atrás o incluso retroceden de cuando en cuando. En cambio otr@s caminan siempre hacia delante sin volver la mirada.
Tod@s, más o menos rápido, más o menos libremente o más o menos torpemente, marcamos nuestro camino y forzar el ritmo en un sentido u otro no suele ser nunca buena idea.
Pero ésta que aquí escribe, nunca entendió de momentos justos ni instantes precisos. Pese a lo racional que a veces parezco , me guío siempre por instinto y hace tiempo que dejé de esperar la ocasión adecuada. El momento es ahora, es ya y pensar en el futuro cada vez me resulta más absurdo e intangible. El presente lo tenemos , el futuro es sólo un deseo invisible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario