Tiembla Freud

      No sé que me está pasando en los últimos tiempos pero mis sueños ya pasan de castaño oscuro. Si alguien leyó mi entrada sobre el sueño con Rosa Benito, os puedo asegurar que desde entonces, varias pesadillas surrealistas han atormentado mis noches. En todos los casos aparece alguna celebrity y empiezo a pensar que no es normal, que estoy mal, muy mal.

Como terapia y con el fin de ahorrarme el psicólogo y hacer reir a algun@s, abro nueva sección en el blog: Tiembla Freud, donde contaré mis más íntimos y y extraños sueños siempre que los recuerde.

     Bien, hoy me he levantado realmente agitada , de hecho me han tenido que despertar porque he estado a punto de morir oníricamente. Esto es lo que recuerdo:

      Me encuentro  con un grupo de amigas entre las que  estaba Natalia Estrada. Sí, he dicho Natalia Estrada. Much@s de vosotr@s no sabréis ni quién es y no os culpo, mejor haberla olvidado o desconocerla. No sé qué hacía allí, no he leído ni hablado sobre ella en años y ahora , de golpe y porrazo, se cuela en mis sueños. El caso es que éramos íntimas. 

     Tras una búsqueda larga de un sitio para cenar, Natalia, mi consorte , unas amigas y yo misma nos sentamos a cenar. Lo siguiente que recuerdo es que voy al baño con Ana. El baño está en penumbra y es más bien un spa, hay dos piscinas tipo jacuzzi . Dada mi afición al agüita caliente, me voy directa a la piscina del fondo, la más oscura. Al entrar, una serie de pensamientos encadenados que recuerdo perfectamente se han sucedido en mi cabeza: es invierno; la piscina está sin usar; estaba oscuro y no he visto el color verde del agua; está llena de fango; me hundo; me ahogo; Anaaaaaaaaaaaa. 

      Ya está, ahí me he despertado. Ufffffffff, ¡¡¡¡¡¡qué angustia más grande!!!!